La mayoría de la gente no vive la vida, la acepta. No toman el control de su vida, dejan que la casualidad, o el destino, o como lo quieras llamar, hagan todo por ellos. Su vida, su pareja, su trabajo, su estilo de vida, no son una decision personal, sino simplemente lo que “les tocó tener”. “Lo que la vida les dió”, “lo que se dió”.

¿Si tuvieras un teléfono que pudiera llamar al pasado, que le dirías a la persona que eras hace 5 años? ¿Qué te aconsejarías? Quizá le dirías que no viera tanta televisión, o que dejara de perder el tiempo con tonterías. Muy probablemente, gran parte de esos consejos tendrían que ver con mujeres. “Sal más, no tengas miedo. Acércate, és todo lo que necesitas hacer”.

Ahora la pregunta es: ¿qué piensas que te diría la persona que serás en cinco años? ¿qué le gustaría que cambiaras ahora?

Piénsalo. ¿qué clase de vida te gustaría tener?
¿Donde te gustaría vivir?
¿A qué te gustaría dedicarte?
¿Qué clase de persona quieres tener a tu lado?
¿Con qué tipo de personas te gustaría pasar el tiempo?
¿Qué carro quieres manejar?

Pregúntate: ¿que estoy haciendo para obtenerlo? ¿qué estás haciendo para obtenerlo?

Es tu vida. Todo lo que hagas con ella es decisión tuya. Desde que despiertas por la mañana, si te cepillas los dientes, si te pones o no desodorante, si te levantas de buen o de mal humor, es una decision tuya. ¿Vas a dejar que las decisiones se tomen sólas? ¿Obra de la casualidad o el destino? Es TU vida. Es tuya. TUYA. La decisión es tuya.